Todo lo que puedes encontrar en unos cuantos clics
Además de información y entretenimiento, la tecnología ha puesto a nuestro alcance una cantidad inmensa de contenidos relacionados con la sexualidad ya sea en imágenes, películas, series, videos, juegos electrónicos y canciones, que se muestra sin ningún tipo de censura y restricción.
Los peligros de la red
Estadísticas aportadas por Google arrojan que la palabra más buscada es “sexo”, con millones de resultados. De todo lo que hay en internet muy poco tiene que ver con contenido educativo, todo lo demás muestra una idea distorsionada de lo que es la sexualidad.
La facilidad con la que se puede acceder a la red desde diferentes dispositivos hace que el uso de internet sea más frecuente sobre todo en las generaciones de niños y adolescentes que se encuentran en etapas tempranas de su desarrollo físico y emocional.
El acercamiento de la pornografía a los menores
El contenido pornográfico puede llegar a causar daño psicológico y conductual en los menores. Los estudios que se han realizado con referencia al cine porno revelan que las escenas que se proyectan muestran una idea surrealista de lo que es la sexualidad.
Las personas que acceden a la pornografía pueden llegar a frustrarse por no cumplir las expectativas de las actrices y actores porno. En cuanto a los niños, ellos no tienen suficiente capacidad crítica para saber lo que es perjudicial ni de valorar los riesgos y consecuencias que conlleva ver pornografía.
Jugando a ser adultos
Los medios de comunicación y el internet ofrecen imágenes de hombres y mujeres muy sexualizadas. Eso se traslada a los niños y niñas que son influenciados de diferentes maneras.
La sexualización infantil se ve forzada por la moda y en gran medida por los padres que quieren hacer encajar a sus hijos en esos ideales que son demasiado precoces para su edad. Los pequeños aparecen actuando, vistiendo y hablando como personas adultas, incluso manifestando expresiones y posturas que han visto.
Aportaciones de la desinformación sexual
El contenido sexual de internet ofrece una visión distorsionada de las relaciones sexuales, categorizando a hombres y mujeres como meros objetos de deseo.
Pueden generar ilusiones falsas sobre la naturaleza del cuerpo, provocando que el menor se obsesione con una apariencia física estereotipada o un ideal de belleza concreto como requisito indispensable para la satisfacción sexual.
Acceder a determinados contenidos puede acercar al niño a personas poco confiables, que expongan sus datos personales e integridad. Pedófilos y secuestradores, personas violentas o racistas, así como a sectas de carácter ideológico o religioso, grupos políticos radicales, entre otros son a los que se exponen los niños en las redes.
¿Qué se puede hacer para mitigar las consecuencias?
Los niños y adolescentes que no reciben información adecuada sobre los temas que les interesan, como en el caso de la sexualidad, suelen acudir a la pornografía o a este tipo de fuentes para resolver sus dudas porque en su casa y en la escuela son temas que se no se abordan o muy superficialmente.
La educación sexual es importante sobre todo se debe orientar a los jóvenes sobre los procesos sexuales, conducirlos a aceptar conscientemente las formas de satisfacción a la edad oportuna.
Por otro lado, algo que es indispensable hacer, sobre todo en edades tempranas, es ponerles candados de seguridad en los buscadores de internet, monitorear las páginas que visitan y el tipo de información que reciben.
¿Y si no?
La falta de Educación Sexual acarrea graves problemas sociales como estos que hemos mencionando. Es importante resolver inquietudes y convertir esas relaciones humanas en asuntos deseables para establecer la salud mental en los jóvenes y en una sociedad sana.
La ausencia de censura ha contribuido a terminar con muchos tabús, pero ha generado otros. Si dejamos que la tecnología nos controle puede tener consecuencias fatales, pero no hay que satanizarla porque si le damos el manejo adecuado puede ser una herramienta muy útil para los menores.