Te ha pasado que una vez que te enamoras de alguien es muy difícil ver los defectos ya que te enloqueces por esa persona, solo piensas en pasar momentos increíbles y te importa poco lo malo que pueda tener. Esto porque somos propensos a dejarse llevar por la atracción inicial, muchas veces debido a que hay ciertas carencias emocionales.
¿Por qué elegir?
Ser selectivo con tus parejas es importante ya que esa persona puede mover tu energía dándote más o robándote de forma inconsciente la que tienes, es decir podemos sentirnos llenos de energía después de convivir o de tener relaciones sexuales con alguien, pero también podemos terminar cansados o desganados. En el extremo negativo de estos casos se ven afectados varios ámbitos de tu vida, no solo el amor, dejas de hacer cosas que te gustan, estás de mal humor, no rindes en el trabajo, no te enfocas en el presente.
Como ves, las relaciones humanas tienen un gran efecto en nuestro nivel de energía, por eso debes mantenerte con actitud positiva y en armonía, de lo contrario atraes personas que le benefician a tu vida. Lo que se espera es que la relación aporte algo bueno para ambas partes.
¿Cómo elegir bien?
Muchas parejas ni siquiera libran los primeros meses, resulta que esas cosas a las que no le tomabas atención te empiezan a incomodar y ves todos sus defectos en su esplendor. Si no sabes con claridad qué es lo que quieres recibir de esa persona, será muy difícil construir una relación de pareja satisfactoria.
Cuando estas conociendo a alguien puedes cuestionarte ¿qué tipo de persona necesito a mi lado? ¿qué le puedo y quiero dar? ¿qué necesito recibir de él/ella? Si no consideras estas preguntas es muy fácil que caigas en una relación tóxica, te juntes con alguien con quien no eres compatible, con gente controladora, inmadura, vividora, etc.
¿Y si no elijo bien?
Los maestros espirituales dicen que la energía de la persona con quien estuviste permanece hasta siete años en tu cuerpo áurico, por eso no puedes olvidar a ciertas personas porque la conexión es muy fuerte, aunque sea alguien que ya no quieres para ti. Por eso la importancia de detener tus impulsos al conocer a alguien y ponerte a pensar si vale la pena compartir parte de tu vida con esa persona.