Cuando pensamos en violencia lo primero que se nos viene a la mente es la existencia de malos tratos por parte de la pareja. Pero la violencia no solo se da en la pareja, también se da dentro de las instituciones, de la familia y de la sociedad en general.
¿Alguna vez has sufrido de violencia? o ¿has violentado a alguien? si tu respuesta es “no” a alguna de las interrogantes quédate leyendo este artículo y posiblemente pongas en duda tu respuesta o cambies de opinión.
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Violencia de género
La violencia de género es todo aquel tipo de violencia donde se vulnera el bienestar físico, psíquico o del entorno de una persona debido a su sexo o identidad de género. En los diferentes tipos de violencia se usa la agresión, ya sea con el uso de la fuerza física o, con la intención de causar daños, intimidar o manipular a otra persona.
La violencia más frecuente y multifacética es la del hombre hacia la mujer, aunque aún hay formas poco estudiadas de la violencia de la mujer hacia el hombre. Sin embargo, se debe tener en cuenta que hay varones que sufren de violencia por parte de sus conjugues, incluso en las parejas del mismo sexo.
Causas
Generalmente la parte agresora actúa movida por su narcisismo, por el deseo de poder o dominación, muchas veces es influenciada por los estereotipos de género. Generalmente detrás de esas actitudes hay sentimientos de inseguridad y poca autoestima que se intenta suplir a través de la violencia.
Consecuencias
La violencia puede provocar efectos traumáticos en las víctimas. Diversos autores han señalado que el impacto de la violencia de género en la salud mental se refleja en el estrés postraumático, depresión, problemas psicosomáticos, trastornos de ansiedad, entre otros. En algunos casos hay lesiones físicas que pueden llevar a la incapacitación, al coma o incluso a la muerte de la víctima.
Tipos de violencia de género
Física: la más visible y observada violencia de género, es cualquier acto que inflige daño a través del uso de la fuerza física, sustancias, objetos y que puede provocar daños ya sea temporal o permanente. Dentro de este tipo de violencia se incluyen golpes, heridas, fracturas, arañazos.
Sexual: cuando una persona es forzada o impuesta para llevar a cabo actividades de índole sexual en contra de su voluntad. Cuando se limita o impone algo sin necesidad de penetración ni que se produzca el acto sexual, pero que atenta o limita el derecho a la libertad y seguridad en el ámbito público o privado.
Psicológica: puede ser a través de insultos, humillaciones, descuido reiterado, devaluación de la autoestima, marginación, rechazo, restricción, etc. Puede ser directa y realizada activamente en forma de insultos y vejaciones o bien llevado a cabo de un modo más pasivo, desvalorizando a la víctima sin que ésta considere que está sufriendo un ataque.
Económica: se basa en la reducción y privación de recursos económicos por parte agresor. Busca controlar al otro a través de limitaciones encaminadas a controlar el ingreso económico de la víctima o la percepción de un salario menor por igual trabajo, de obligar a depender económicamente de él.
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¿Cómo podemos evitar la violencia?
La mejor forma de actuar es conociendo los diferentes tipos de violencia ya que según el tipo de educación recibida o el tiempo que la víctima haya podido ser manipulada, se puede llegar a pensar que se trata de una conducta normal y/o que se sientan merecedoras de ser violentadas.
Se debe concientizar a la ciudadanía, educar en diferentes aspectos como la tolerancia a la diversidad, la igualdad de derechos y oportunidades, la educación emocional para evitar nuevas situaciones de violencia de género.
La mayoría de las personas que sufren violencia de género no son capaces de denunciar, por miedo de posibles repercusiones para ellas o sus seres queridos, por falta de credibilidad o la creencia de que no van a ser apoyadas.